3.2 La didáctica, la teoría del currículum y la tecnología educativa.

CAPÍTULO 3. FUENTES DE FUNDAMENTACIÓN DE LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA
Cabero Julio (2001). Tecnología Educativa. Diseño y utilización de medios en la enseñanza. Ediciones Paidós Ibérica.

Continuando con la particular manera de Julio Cabero de presentarnos en esta publicación las diversas y significativas aportaciones de autores dedicados a la tecnología educativa, en este apartado, del cual presento un extracto en el que encontramos que la tecnología educativa se encuentra enmarcada por tres grandes disciplinas de la educación: la didáctica, la teoría curricular y la teoría de la enseñanza. El currículo es el espacio conceptual y de intervención de la didáctica, la didáctica es la ciencia de la enseñanza, y la tecnología educativa se refiere al diseño de situaciones mediadas de enseñanza-aprendizaje.

La didáctica, se presenta desde una perspectiva general, puede decirse que tiene como marco sustantivo el estudio y la reflexión sobre la enseñanza, tanto de los aspectos relativos al qué enseñar, como a los de cómo enseñamos. Puede ser considerada como una de las ciencias de la educación, según Benedito pertenece al ámbito medular, normativo de las ciencias de la educación, ocupando un espacio fundamental de las mismas. Para Zabalza es un campo de conocimientos, de investigaciones, de propuestas teóricas y practicas que se centran sobre todo en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

El objeto de estudio de la didáctica en acuerdo con Pérez Gómez lo conforman los procesos de enseñanza-aprendizaje, y las problemáticas que en ella se originan, el campo práctico-normativo y teórico-especulativo de la Didáctica, tanto desde una dimensión descriptiva-explicativa como normativa. En palabras de Zabalza, la enseñanza general y especial, el currículo, las teorías de instrucción, los medios y la tecnología didáctica son espacios propios de la didáctica.

Una vez expuesto el papel de la didáctica, Cabero entra a la dimensión del currículum, del cual por una parte, lo refieren como espacio conceptual y de intervención que la didáctica, como ciencia ha de conocer y considerar. Por otra parte se refieren a él para caracterizar el contenido de la formación en nuestra disciplina. Para Gimeno toda práctica educativa gira en torno al currículum como construcción social que llena la escolaridad de contenido antes de pasar a tener alguna realidad como experiencia de aprendizaje para los alumnos.

Y tras una breve revisión de aportaciones de autores interesados en argumentar en el currículo, se llega a la conclusión de que nos encontramos frente a un concepto polisémico ante el cual la posición que adoptemos será consecuencia de las decisiones y marcos teóricos donde nos encuadremos, y que, en líneas generales, responden a las distintas corrientes epistemológicas que han influido en el campo de las ciencias sociales: positivismo, hermenéutica y teoría crítica.

Bajo cada una de estas estructuras de racionalidad subyace una forma de concreción y de aplicación de la tecnología educativa. La posición de un tecnólogo educativo implicará el diseño de situaciones instruccionales, mediadas o no, donde se contemplen las características del alumno, el valor pedagógico del proceso sobre el producto, y la contemplación del contexto como elemento concretizador y determinante del sistema tecnológico diseñado y producido, ello exigirá la comprensión de los significados y valores culturales de las personas implicadas en el proceso y en el contexto. En este caso los medios se comportan como un elemento curricular más, cuyo significado vendrá determinado por la interacción que establezca con el alumno y de la pragmática que se aplique sobre los mismos.

Por último, la enseñanza que a partir de varias concepciones de autores como Pla, quien la ve como un concepto ambiguo y amplio, Rodríguez Dieguez como variable controladora del proceso educativo, Leinhardt y Greeno la caracterizan como una destreza cognitiva compleja, Gage la ve como cualquier actividad por parte de una persona que intenta facilitar el aprendizaje de otra, en sí es interpretada principalmente como una actividad, y por tanto es relativamente independiente de si resulta eficaz o no en función del aprendizaje de los alumnos. Desde el punto de vista de la actividad del profesor, se ha pasado de la concepción de la enseñanza como la aplicación de principios científicos que pueden ser enseñados, a reconocer que es una actividad que implica componentes artísticos y creativos, al mismo tiempo que es incierta y cargada de conflictos de valor.

En pocas palabras, estas tres disciplinas de la educación resultan ser complementarias, pero son únicamente parte que influye y fundamenta a la tecnología educativa, ya que como se menciono al inicio de esta ficha el currículo pasa a ser el espacio y contenido de formación donde interviene la didáctica, siendo esta última la ciencia de la enseñanza, donde estará implícito el qué enseñar y el cómo hacerlo mediado por la tecnología educativa la cual diseñara situaciones de enseñanza-aprendizaje; son elementos que se sumaran al proceso.

Considero que en la actualidad la tecnología educativa mantiene bien cimentado su lugar dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, los cuales desde mi punto de vista son imposible de concebir sin la presencia de este elemento, ya que viene a mediar y optimizar la práctica docente, la cual se apoya de disciplinas como las presentadas en este apartado y las que lo serán más adelante, para lograr el aprendizaje.